El miércoles llegué a casa y mi hombre estaba rematando en los fogones las viandas. Decidí tender la ropa hasta que hubiera quórum para comer. Una camisa, un pantalón, otro, de repente algo distrae mi atención hacia la calle. Nada anormal, alguien tiene apoyado su pie en el capó de un coche y busca algo en su calcetín. En milésimas de segundo me doy cuenta que normal no hay nada de nada; que estoy en mi casa, es día de diario y tiendo la ropa antes de comer. No estoy en el cine y lo que buscaba ese buen hombre en su calcetín era una pistola. Entro en la cocina y pido a Cai que se asome a la ventana y me diga qué lleva en la mano ese hombre que va andando.
- Una "pipa", me respondió. No sabía que hacer y llamé a un amigo que trabaja en la policía local. Le dije: -Te voy a dedir una cosa muy rara pero en mi calle hay un hombre con una pistola. Me preguntó su descripción y hacia las 18,00 h. me llamó diciendo que ya lo tenían pero que no llevaba nada encimapero que podía haberla llevado. No he vuento a ver a mi amigo, tengo ganas de que me cuente cómo acabó todo pero fuimos dos personas las que vimos lo que tenía en las manos.
Todo esto añadido a una semana de aúpa. Feliz fin de semana.
1 comentario:
Gracias por ponerme en tu blog.
A ver cuándo nos conocemos en el mundo real.
Besos.
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