Así he sentido que estaban los míos después de una hora y cuarto en manos de una alumna en la clínica de podología de la UEX. La profe, vigilando y dando consejos. Alguna vez ha cogido el material y ha metido mano. No había crema. Una lástima porque la última vez, el masaje final fue sublime.
Un secreto: he hecho fotos para colgarlas pero no es oro todo lo que reluce asi pues, imaginen ustedes y pongan el pie.
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