El primer jardín en el que trabajamos fue el Jardín de los Escritores, más conocido como la Fontana Rosa. Llegamos allí tras un recorrido en bus urbano y un ascenso sobre asfalto no apto para siesteros. Una placa en la entrada nos informa de su creador: Vicente Blazco Ibañez. Lo desconocía y no era la única española del grupo que se encontraba en esa situación. Después de la sorpresa y de admirar un espacio muy valenciano nos pusieron los deberes: debíamos recoger en nuestro carnet las palabras que definieran mejor lo que estabamos viendo. Marta, Josep y yo nos pusimos manos a la obra. Escribimos nuestros "sentires" y apreciaciones que luego hubo que leer ante todo el mundo. Español y francés nosotros. Italiano otros.
No acabó el trabajo ahí. Elegimos una palabra cada grupo y al día siguiente hubo elaborar un texto con las palabras preferidas de cada equipo. Lugar elegido por las profes para trabajar: le royaume du repos. Podemos decir que aunque Marta se encontraba incómoda, conseguimos crear algo casi coherente. El buen hacer de Josep ha hecho el resto. C'est ici: La Fontana Rosa, palabras de un paseo.
No acabó el trabajo ahí. Elegimos una palabra cada grupo y al día siguiente hubo elaborar un texto con las palabras preferidas de cada equipo. Lugar elegido por las profes para trabajar: le royaume du repos. Podemos decir que aunque Marta se encontraba incómoda, conseguimos crear algo casi coherente. El buen hacer de Josep ha hecho el resto. C'est ici: La Fontana Rosa, palabras de un paseo.
1 comentario:
Está precioso, Puerto.
Un buen lugar para un taller, sin duda.
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