Todas las mañanas -casi madrugadas, que dice mi hija- paseamos por La Isla. Siempre las mismas pocas caras y los mismos vecinos. Este señor, se ha montado su artilugio para subir el agua del rio Jerte y regar los arriates que ha plantado en la entrada trasera de su casa. Hay, en otra parte de nuestro paseo, otro modelo de extracción de agua que tiene las mismas huellas de bricolage que esté. No consigo hacer una buena foto porque cuando yo paso el cacharro está parcialmente plegado. Seguiré poniendo empeño en hacer una foto clara.
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