Los alrededores de mi pueblo. Y el centro no desmerece. Este largo puente hemos descubierto otro espacio joven sucio, la plaza de Santa Ana, la plaza seca que llaman los adolescentes que allí sobreviven comiendo pipas y demás chucherías que compran en Marina. Por supuesto, la bolsita y las cáscaras, al suelo. ¿Será que me estoy convirtiendo en una cascarrabias de cuidado o que mi pueblo está sucio?
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