Siempre son bienvenidos los nuevos vecinos. Aunque prefieran el patio de luces para pernoctar. Siempre en el mismo espacio; en los mismos milímetros. Los descubrieron Marta y Paula cuando se iban a dormir hace algunas noches. Una o dos semanas. Siguen viniendo a pesar de las risas, peleas, alumbramientos de linternas. Nada. Cuando es la hora de dormir no hay menudencias que valgan. ¡Hasta mañana!
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