Ayer recibí un correo de un amigo comentando que sabe de mis andanzas por este blog. Creo que debe ser de los pocos que pegue un vistazo de vez en cuando. Sea o no sea, hoy escribiré con la seguridad de que lo va a leer.
He vuelto a la piscina. Poco a poco intento volver a las rutinas de hace algo más de año y medio. Casi me ahogo. Cuatrocientos metros. No está mal para ser el primer día pero esta tarde veré cómo llevo las agujetas. No, no he estirado. Las prisas y el hambre tienen la culpa. Mi intención es ir tres veces a la semana. Creo que si, ya sabes que soy cabezota.
También tengo el firme propósito de tomarme unas cañas con vosotros este domingo... si es que tus hijos están dispuestos.
Es extraño.
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