No se cómo llegó a mis manos su dirección pero desde entonces se han convertido en miembros de la familia. Estamos buscando nombres a pesar de que cada día son más expertos e independientes. Su madre les sigue proporcionando alimento -anoche, conejo- y ahora mismo se están desperezando. La mayor parte del día la pasan durmiendo aunque cada vez más buscan cuaquier sonido extraño que les llega. Uno de ellos sigue con la mirada a los numerosos aviones que en intervalos de 5-10 minutos sobrevuelan sobre sus cabezas. Me marcho. Va a comenzar su aseo mañanero.
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