martes, mayo 16

Si usted fuera tan amable...

Desde lejos pude intuir su táctica. No era la primera vez y me iba a dar confianza para hacer lo incorrecto pero deseable hace mucho tiempo. Ocho y curenta de la mañana. Parque de la coronación. Por la acera de enfrente esperan en el paso de peatones. Es mi paso de peatones y si acelero podré evitarlo con cruce en medio de la calzada. Ellos aceleran más. Nos encontramos en mi acera. Incluso la señora del bolso azul como prolongación de su mano-carpeta tiene que hacer un driblaje a no se qué para llegar a mí. Sus gestos y la corbata del caballero son una amenaza para mi presumible paz mañanera. Su intento de abrir las carpetas decimonónicas hace que surja una sonrisa de mis labios. Les confundo, parezco asequible. Mi respuesta brota casi sin finalizar la demanda. NO, no soy amable; me acabo de levantar y voy acelerada al trabajo. Buenos días.

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